Una de las funciones primordiales del Derecho Administrativo es garantizar la legalidad y la seguridad jurídica en la gestión de los asuntos públicos. Esto se logra mediante la regulación de procedimientos administrativos que aseguran la correcta aplicación de las leyes y la protección de los derechos de los individuos frente a la Administración.

El Derecho Administrativo abarca una amplia gama de temas, incluyendo el régimen jurídico de los servicios públicos, el funcionamiento de las instituciones administrativas, la responsabilidad del Estado, los contratos administrativos, la expropiación, entre otros. Además, se encarga de resolver conflictos entre la administración pública y los ciudadanos a través de los recursos administrativos y judiciales pertinentes.

Uno de los principios fundamentales en esta rama del derecho es el principio de legalidad, que establece que la actuación de la administración debe estar sujeta a la ley y al derecho. Esto implica que todas las decisiones y acciones de los órganos estatales deben estar respaldadas por normas jurídicas y deben ser realizadas dentro de los límites establecidos por la ley.

Otro principio es el de igualdad, que asegura que todos los ciudadanos sean tratados de manera justa y sin discriminación por parte de la Administración. Asimismo, se encuentra el principio de eficacia, que busca garantizar que la Administración cumpla con sus funciones de manera eficiente y oportuna.

En resumen, el Derecho Administrativo desempeña un papel fundamental en la regulación de la actuación del Estado, asegurando que esta se lleve a cabo dentro de los márgenes legales y respetando los derechos de los ciudadanos.

Fuentes:

1. Martínez Valle, M. (2017). Derecho Administrativo.Tecnos Editorial.

2. Garrido Falla, F. (2016). Lecciones de Derecho Administrativo. Tecnos Editorial.

3. Pérez Royo, J. (2019). Curso de Derecho Administrativo I. Marcial Pons Editorial.

4. García de Enterría, E., y Fernández, T. R. (2015). Curso de Derecho Administrativo. Civitas Ediciones.